
Impresiones de Una Artista
Por Cecilia D. Rojo (CRArt. & E.)
Buenos Aires- 19/8/07
La pianista Mónica Zubczuk a un mes de realizada su interpretación de la "Sonata" de F. Liszt con comentarios del Mtro. Eduardo Wilde, en una master classs y con tan elogiosos comentarios, que aún siguen sonando, nos deja al desnudo sus impresiones acerca de aquella velada- que no es la primera- en la que la artista interpreta tan monumental obra. Ya lo había hecho allá por el 2005, sin embargo uno pudo apreciar como una fragancia frutal, la madurez alcanzada de ésta pieza en el concierto brindado el pasado 19/7/07 en la sala del Conservatorio Julián Aguirre, institución en la que la pinista desarrolla sus actividades como docente de Piano. Allí asistieron colegas, personal directivo de la institución y numeroso alumnado, quienes ávidos de aprender, disfrutaron de esta obra con una interpretación que los dejó más que sorprendidos a todos.
Los comentarios estuvieron a cargo de Edualdo Wilde, también docente de la casa, en un clima muy ameno, desprovisto de todo formalismo y en un lenguaje muy apropiado al que todos pudieron seguir.
La artista con respecto a esta obra y a las impresiones que experimenta mientras la interpreta nos dice:"Franz Liszt (1811-1886) fue uno de los más grandes compositores románticos.
Como pianista, unió la poesía y la lírica con un virtuosismo inigualables.
La sonata en Si menor es la obra para piano más grandiosa que Liszt ha escrito.
Sus temas pueden caracterizarse como personajes del Fausto de Goethe, presente con frecuencia en obras del compositor.
Dentro de una forma sonata, pero compuesta muy libremente, en forma revolucionaria para su época, todas las emociones y posibilidades pianísticas están presentes.
Climas sombríos, misteriosos, profundos, meditativos, se alternan con energía apabullante, rebeldía, desesperación y combate.
La fuerza de la lucha permanente entre Fausto y Mefisto, contrasta con la presencia apasionada de Margarita (amada de Fausto) en un discurso lírico, amoroso, poético.
Pasajes de Recitativo de una exquisita finura, se mezclan con acordes fortísimos y torbellinos de notas que elevan la tensión a un grado increíble, luego de la cual llega la redención y la paz.
El compositor nos sumerge de pronto en un clima de profunda religiosidad donde toda amenaza y agresividad se desvanece. Termina la sonata como mostrándonos que el mal se aleja... en un atmósfera muy suave de ensueño, hasta que el toque seco y acentuado final nos vuelve de pronto a la realidad...
Conocer, analizar, entender, interpretar y disfrutar esta obra es uno de los desafíos más grandes para un pianista.
Lograr esa gama de toques y la profundidad en la interpretación de cada personaje, exigen un control técnico, auditivo y emocional; un análisis reflexivo y un proyecto sonoro donde nada puede quedar librado al azar".
Como pianista, unió la poesía y la lírica con un virtuosismo inigualables.
La sonata en Si menor es la obra para piano más grandiosa que Liszt ha escrito.
Sus temas pueden caracterizarse como personajes del Fausto de Goethe, presente con frecuencia en obras del compositor.
Dentro de una forma sonata, pero compuesta muy libremente, en forma revolucionaria para su época, todas las emociones y posibilidades pianísticas están presentes.
Climas sombríos, misteriosos, profundos, meditativos, se alternan con energía apabullante, rebeldía, desesperación y combate.
La fuerza de la lucha permanente entre Fausto y Mefisto, contrasta con la presencia apasionada de Margarita (amada de Fausto) en un discurso lírico, amoroso, poético.
Pasajes de Recitativo de una exquisita finura, se mezclan con acordes fortísimos y torbellinos de notas que elevan la tensión a un grado increíble, luego de la cual llega la redención y la paz.
El compositor nos sumerge de pronto en un clima de profunda religiosidad donde toda amenaza y agresividad se desvanece. Termina la sonata como mostrándonos que el mal se aleja... en un atmósfera muy suave de ensueño, hasta que el toque seco y acentuado final nos vuelve de pronto a la realidad...
Conocer, analizar, entender, interpretar y disfrutar esta obra es uno de los desafíos más grandes para un pianista.
Lograr esa gama de toques y la profundidad en la interpretación de cada personaje, exigen un control técnico, auditivo y emocional; un análisis reflexivo y un proyecto sonoro donde nada puede quedar librado al azar".
Fotografía de nota: Cecilia D. Rojo