De la Música una profesión
por Cecilia D. Rojo
Buenos Aires-9/9/07
En este último año, creo que la necesidad mas importante por la que atraviesan los músicos, es la falta de consideraciones mínimas que se dan por obvias, respecto de la mantención de, uso y arreglo de su principal fuente de trabajo: el instrumento.
Casi como en una catarata de comentarios y acciones nos ponemos en conocimientos de protestas, marchas, locuciones y locuciones enfáticas que ponen al desnudo los verdaderos problemas.
Ud. se imagina un herrero sin materia prima, un carpintero sin herramientas, un orador sin público?, bueno imagínese un músico sin instrumento, sin atriles, sin viáticos, sin espacio físco para su interpretación, sin elementos básicos como arcos, boquillas, baquetas, etc.
Uno podría pensar, que hasta trabajamos por "amor al arte" sin embargo, lo que creo que no se soporta es la falta de respeto y la pérdida de las garantías que tine un músico. Que no pasan por cómo hace su trabajo que de hecho muchos son miembros de orquestas estables, municipales, provinciales o nacionales, sino cómo también se ven afectados sus intereses (sueldos) cuando de ellos depende que puedan seguir tocando.
Siempre hay una brecha increíble en lo realizado (siempre a pulmón y por esfuerzo propio) contrapuesta a la otra "cara" (contentar ánimos sin dar lo más mínimo).
No será que están pasando cosas graves, que no es una casualidad tanto descontento, tantas dificultades, situaciones adversas, mal trato, desinterés, categorías insuficientes, achicar financiamientos, desmenbrar agrupaciones estables y lo peor de todo: indiferencia?.
Estamos al tanto de las situaciones que atraviesan los organismos nacionales como la Sinfónica, Coros, la crisis del Teatro Cervantes, la Orquesta Sinfónica Municipal de Berisso por citar a algunas.
Podrán replantearse las entidades, que el Arte es un bien Cultural y no una amortización a largo plazo. Que un intérprete hace posible la trascendencia a enriquecer los valores del espíritu en lugar de considerárselo como "insumo".
Creo que nuestro trabajo es realmente lo "meritorio" y que el grito más profundo es el que realizan las masas cuando se aúnan en un solo pedido.
Hagamos de la música un "Clarín" que ensordezca los oídos.